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¿Qué es la tercera edad?
La tercera edad es el período de la vida en el que normalmente disminuye la actividad laboral y por tanto el manejo de las finanzas cambia. La reducción de la actividad provoca una reducción de ingresos, además que los gastos pueden aparecer nuevos gastos que antes no se debían afrontar.
Entre los aspectos que cambian están:
- Variación de los gastos de la tercera edad
- Inversiones de la tercera edad
- Impacto de las expectativas económicas en la tercera edad
- Riesgos de las finanzas y la economía en la tercera edad
Gastos de la tercera edad
Las personas mayores tienen patrones de gasto distintos en comparación con los más jóvenes. Algunos de los gastos que comúnmente cambian son:
Dependencia
Con la edad aumenta la situación de dependencia a largo plazo, es decir, las personas en cierto momento requiere ayuda para hacer ciertas tareas tanto dentro como fuera de su casa, para lo que requieren ayuda, por lo que en muchas ocasiones deben contratar a personas que lo hagan cuando no tienen familiares o amigos que puedan hacerlo o no tienen tiempo para ayudarles.
Adicionalmente, las personas de la tercera edad pueden requerir de ciertos equipos como bastones, andadores y/o sillas de ruedas, entre otros para poder mantener su calidad de vida.
Adquirir estos equipos es un gasto adicional para estas personas, que a veces no pueden costeárselo por lo que deben buscar ayuda financiera en entes gubernamentales o entre familiares y amigos.
Atención médica
Los costos de la atención médica suelen aumentar con la edad debido a una mayor incidencia de enfermedades crónicas y/o enfermedades de larga duración.
Para ello, las personas mayores contratan seguros de salud, los cuales se encarecen a medida que la persona envejece, hasta que llega una edad en que ya no aseguran a las personas. En muchos países la edad a la cual las aseguradoras ya no le venden un seguro de salud, está entre los 70 y 75 años.
En el caso de los países de Europa, la atención médica pública está generalmente garantizada, aunque los tiempos de espera han ido aumentando por el aumento de pacientes y el mantenimiento o disminución de la plantilla de atención sanitaria (médicos, enfermeras, bioanalistas, etc.). Este aumento de pacientes está en parte relacionado con el envejecimiento de la población que se observa en la mayoría de los países desarrollados como consecuencia de la baja natalidad y las mayores expectativas de vida de las personas.
Vivienda
Muchos jubilados requieren viviendas accesibles, lo que puede generar gastos significativos para adaptar el hogar y/o el edificio para ser accesible.
Entre las modificaciones que suelen hacer a los edificios poco accesibles están:
- Colocación de ascensor para que las personas puedan subir o bajar de sus viviendas, sin ayuda, en cualquier momento.
- Rampas de acceso en lugar de escaleras, para facilitar el acceso al edificio
En el caso de España la Ley 8/2013, de 26 de junio, sobre rehabilitación, regeneración y renovación urbanas, incluye los siguientes aspectos:
- Rehabilitación de edificios: Se busca fomentar la mejora del parque inmobiliario existente, priorizando la conservación, accesibilidad y eficiencia energética de los edificios. Establece obligaciones para que las comunidades de propietarios mantengan sus inmuebles en buen estado.
- Regeneración y renovación urbana: La ley facilita intervenciones urbanísticas integradas que no solo incluyen la mejora de edificios, sino también la renovación de espacios urbanos, infraestructuras y servicios. Se introducen mecanismos para acelerar los procesos de planificación y ejecución de estos proyectos.
- Incentivos y financiación: Se prevé el uso de ayudas públicas y se incentivan inversiones privadas para proyectos de rehabilitación. La ley establece líneas de financiación específicas y apoyo económico tanto a propietarios como a comunidades, pero esas ayudas en términos reales con suerte representan el 40% del gasto total de una edificación, mientras que el resto lo tienen que aportar los propietarios de los inmuebles.
En resumen, la Ley 8/2013 promueve un modelo urbano más sostenible, que prioriza la conservación del patrimonio edificado y la mejora de la calidad de vida en las ciudades mediante intervenciones en el entorno construido. Sin embargo, considerando que el 80% de los edificios requieren rehabilitación energética, así como obras para mejorar la accesibilidad, lo anterior aumenta el gasto de los propietarios, muchos de los cuales pertenecen a la tercera edad.
Transporte
Las personas de la tercera edad pueden utilizar su propio vehículo o el transporte público, mientras sean independientes, pero cuando comienzan a ser dependientes cada vez es más difícil utilizar el transporte público (más barato) y tienen que utilizar servicios de transporte privado o adaptado con un coste mayor que el uso de su propio vehículo.
Alimentación y entretenimiento
Al alcanzar la tercera edad, se deben cambiar los hábitos alimenticios por unos más saludables, lo que en algunos casos puede significar un mayor coste en la alimentación.
Adicionalmente, las actividades recreativas y los viajes son actividades en las que gastan más este segmento de la población, el cual, generalmente aprovecha las ofertas de temporada baja, debido a que no tienen restricciones de horario laboral.
Inversiones en la tercera edad
Los jubilados tienden a adoptar estrategias de inversión más conservadoras para preservar su capital y garantizar ingresos estables. Las tendencias de inversión incluyen:
- Bienes raíces: La inversión en propiedades de alquiler puede proporcionar ingresos adicionales y apreciación de capital, aunque en algunos países, las leyes de vivienda están desincentivando esta alternativa en algunos países de Europa, dado que es difícil poder desalojar una vivienda de un inquilino que no paga. Sin embargo, lo que también ocurre es un aumento de las viviendas arrendadas para el turismo, lo cual es utilizada como alternativa al alquiler de largo plazo por parte de los inversionistas, aunque esto genera problemas de alquiler a los trabajadores de esas zonas.
- Bonos y renta fija: Las personas de la tercera edad prefieren bonos gubernamentales o corporativos de alta calidad debido a su menor riesgo en comparación con las acciones, como inversión en finanzas. Sin embargo, es importante resaltar que con el incremento de la inflación de los últimos años, el rendimiento de estos bonos no compensa dicha inflación. Lo anterior significa que el dinero invertido está perdiendo poder adquisitivo, lo cual no es bueno para los inversionistas, especialmente los de la tercera edad, que generalmente tienen menores fuentes de ingresos.
- Fondos de inversión y ETFs: Fondos orientados a la renta fija o mixtos que combinan acciones y bonos para equilibrar el riesgo y el rendimiento. Estos fondos requieren tener buenos conocimientos financieros, además de conocer los riesgos y los plazos requeridos para estas inversiones, por lo que es recomendable tener un asesor financiero que asesore a los inversionistas. Sin embargo, muchas personas optan por invertir en ETF’s asociados a índices de bolsa, tales como S&P 500, Nasdaq o IBEX 35, entre otros, de forma que las empresas que los componen compensen sus riesgos asociados entre sí. En estos casos, lo mejor es diversificar la inversión lo máximo posible con fondos globales que reduzcan el impacto de cualquier evento al tener activos des_correlacionados en su cartera.
- Inversiones en dividendos: Acciones que pagan dividendos regulares pueden ser atractivas para generar ingresos pasivos, aunque se debe evaluar muy bien la solvencia de dichas empresas, para lo cual lo mejor es contactar con un asesor financiero, preferiblemente independiente, que recomiende las mejores acciones / bonos en función del perfil de riesgo y de los plazos requeridos por el inversionista.
- Productos de seguros y anualidades: Anualidades y seguros de vida con componentes de inversión son populares para asegurar ingresos regulares y proteger el capital. Sin embargo, en muchos casos estos productos tienen altas comisiones y la rentabilidad de los mismos no compensa el riesgo que asumen incluyendo la inflación.
Sin embargo, es importante destacar que siempre se deben entender todas las condiciones de cualquier inversión que realicemos, tales como comisiones, tasas de interés, regulaciones legales, etc. para evitar sorpresas y perder dinero.
Lo mejor es consultar siempre a un asesor financiero antes de realizar cualquier inversión
¿Cómo tomar decisiones de inversión en la tercera edad?
Los siguientes pasos pueden ayudar a tomar las mejores decisiones de inversión, tanto para personas de la tercera edad como para aquellos que todavía no hemos llegado a dicha edad. Estos pasos fueron publicados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Define tus objetivos de inversión
Para definir el objetivo de la inversión o el ahorro, debemos determinar el plazo y el riesgo de la inversión que se desea realizar.
Es conveniente elegir un producto que sea adecuado para el horizonte de inversión que se tenga, sea corto, medio o largo plazo.
Por otra parte, todos los productos financieros conllevan cierta dosis de riesgo (baja, media, alta o muy alta) de la que se debe ser consciente cuando se toma la decisión de invertir en ellos.
Busca un intermediario
Sólo las entidades autorizadas e inscritas en los registros públicos de la CNMV pueden ofrecer servicios de inversión.
- Listado de empresas de asesoramiento financiero
- Consulta de agentes
- Listado de sociedades y agencias de valores
- Listado de sociedades gestoras de cartera
Si recibe alguna oferta de un intermediario que no conoce, es aconsejable que consulte en los registros oficiales para asegurarse que es una entidad autorizada.
Alternativamente, puede consultar si es una entidad sobre la que existe alguna advertencia por sospecharse que ofrece servicios de inversión sin estar autorizada para ello.
Si la entidad que usted busca no se encuentra en el registro oficial de la CNMV es aconsejable que consulte a la Oficina de Atención al Inversor antes de operar con ella.
Elije un producto
La creciente gama de productos financieros proporciona alternativas para cualquier perfil de inversión.
Es imprescindible comprender las características y los riesgos del producto antes de su adquisición. No es aconsejable que se invierta en productos que no se comprenden.
El grado de complejidad de los productos financieros suele ir en paralelo al riesgo que conllevan.
La entidad financiera debe explicarle las características (y riesgos) del producto que le ofrece o que usted solicita. Debe proporcionarle información escrita con anterioridad a su decisión de inversión para que se pueda tomar esta con conocimiento de causa.
Vigila tus inversiones
Las circunstancias bajo las que se realiza una determinada inversión pueden cambiar a lo largo del horizonte temporal de esta.
Es recomendable vigilar la evolución de la inversión y ver si la rentabilidad es la esperada o si los riesgos se mantienen. Las entidades financieras están obligadas a enviar información con carácter periódico para poder realizar este seguimiento.
Te sugiero revisar la infografía para invertir en fondos de inversión de la Comisión Nacional de Mercado de Valores, la cual te ofrece un resumen muy bueno de los aspectos a tomar en cuenta antes de realizar una inversión.
Impacto de las expectativas económicas en la tercera edad
El envejecimiento de la población a nivel mundial tiene profundas implicaciones para la economía global y por tanto también afectará a las personas de la tercera edad, los cuales son más vulnerables por el hecho de tener menos ingresos, al estar jubilados. Entre los puntos que afectarán a la economía mundial están:
- Reducción de la fuerza laboral: Un menor número de trabajadores activos puede ralentizar el crecimiento económico y aumentar la presión sobre los sistemas de seguridad social, que en muchos casos es de reparto, es decir, con las cotizaciones de los trabajadores se pagan las pensiones de los jubilados. Este sistema presenta graves problemas cuando hay una caída de la natalidad que conlleva una caída de los trabajadores, como ocurre en muchos países actualmente, por lo que el sistema se hace insostenible.
- Aumento del gasto público: Los gobiernos enfrentan mayores costos en salud y pensiones, lo que puede llevar a mayores déficits fiscales o endeudamiento a largo plazo, que cada vez costará más pagar y financiar dado la caída de la fuerza laboral indicada en el punto anterior.
- Cambio en la demanda de bienes y servicios: Mayor demanda de productos y servicios relacionados con la salud, la atención de dependencia a largo plazo y el ocio, lo cual puede ser una oportunidad de inversión en estos sectores.
- Innovación y tecnología: Mayor inversión en tecnologías de asistencia y salud para atender a una población envejecida y con cada vez mayores necesidades.
- Desigualdad económica: El impacto del envejecimiento puede ser más severo en países con menos recursos para enfrentar estos desafíos, exacerbando la desigualdad global.
Riesgos de las finanzas y la economía en la tercera edad
Entre los riesgos económico / financieros del envejecimiento de la población están:
- Sostenibilidad de las pensiones: Sistemas de pensiones bajo presión debido a una proporción creciente de jubilados en relación con los trabajadores activos.
- Aumento del endeudamiento público: Mayor gasto en salud y pensiones puede llevar a un incremento en la deuda pública.
- Reducción del ahorro: Los jubilados tienden a gastar más, lo que puede reducir el capital disponible para inversiones productivas.
- Presión inflacionaria: Incremento en los costos de salud y servicios puede generar presiones inflacionarias en ciertos sectores.
- Riesgo de recesión: Menor crecimiento económico combinado con alta carga fiscal puede llevar a periodos de recesión más prolongados.
Resumen
- El envejecimiento de la población es un desafío global que requiere respuestas adaptativas en las políticas económicas y sociales.
- Los individuos y los gobiernos deben prepararse para mitigar los riesgos asociados y aprovechar las oportunidades que surgen con esta transición demográfica.
- La planificación financiera cuidadosa y la innovación serán clave para asegurar la estabilidad económica y el bienestar de una población envejecida, por lo que se le recomienda a las personas contratar a un asesor financiero antes de tomar decisiones de inversión / gasto importantes.